La revolución es el Barcelona
Es Barcelona una revolución en el fútbol de estos tiempos. ¿Lo es realmente? ¿Genera ese cambio profundo para alcanzar esa consideración? ¿O es solo una evolución que responde al desarrollo de una idea? Esas son unas de las preguntas que se hacen los especialistas de este magnífico deporte que enamora.
Este equipo de Josep Guardiola, enamora porque su estética que es distinta a la de los demás. Este “dream team” desafía definiciones ligeras sin contenido porque su juego es belleza y eficacia. Jugar lindo es jugar bien porque el absurdo de que para ganar hay que jugar feo no entra en consideración. Impuso un estilo con la posesión de la pelota, la cancha bien abierta y jugadores con concepto que tocan el balón con la infinita paciencia de quien se siente seguro de que la jugada de gol no se busca, se encuentra.
Un punto que marca con resaltador la posibilidad de una revolución es la continuidad en el tiempo. Porque, se sabe, que alcanzar este nivel es complicado pero mantenerlo es más aún. Es revolucionario sostener eso en el tiempo. Porque Barcelona es la excelencia colectiva inigualable en la que todo se ve más fácil, pero hacerlo es difícil. Desde ese lado se puede llegar a considerar el término revolución. Cada pieza del equipo entiende el juego, ese es el secreto, sabe cuándo tocar para atrás, cuándo para adelante. La tenencia, la precisión, es determinante y también rompe con esos mitos del doble cinco y los recuperadores de pelotas. ¿Quién es el recuperador? ¿Hay alguien para esa función? Todos corren, saben defender, tocar y definir, no tiene a un numero 2 que solo sabe reventar la pelota como pasa acá en el futbol argentino.
En la mirada de quienes adoran su juego, en la observación de quienes sólo se limitan a la frialdad del resultado, la coincidencia es inevitable. ¿Es Barcelona uno de los equipos de todos los tiempos? Quizás lo sea, pero Barcelona está entre los dos o tres mejores de toda la historia. Incluso, tal vez sea el mejor, pero esto se sabrá con el tiempo y todos recordaran a este Barcelona y más si hay argentinos en el plantel y son figuras.
Este Barcelona es elegante por donde se lo mire. Su estética en la cancha nunca se altera ni desvía ese camino definido. Forma parte de la esencia de los jugadores. Así les enseñan a jugar, ese fútbol no nace en los pies, ellos sienten eso como una creencia indestructible. Presionan para jugar, no juegan para presionar, porque la pelota es lo que más les gusta y cuando la tienen la monopolizan de una manera única e inigualable.
El Barça de Guardiola ha supuesto una revolución en el fútbol. No han dado ni un sólo paso atrás y han rodeado el balón de magníficos protagonistas que han sabido darle el trato adecuado. Este estilo no tendría vigencia ni actualidad sin algunos aspectos importantes individuales de sus jugadores: el carácter y la insistencia en ser mejores. Pero todo lo logrado por este equipo no se consigue con cuatro entrenamientos solamente. Esto es un proceso largo. Y en el fútbol de hoy no hay paciencia.
El conjunto de Josep Guardiola enamora por juego y filosofía. Para muchos ya es el mejor de la historia.
Por: Romanelli David